Los buenos picoletos de Lorenzo Silva
Las novelas negras de Lorenzo Silva (Madrid, 1966)
podrían resultar aburridas, pues su serie protagonizada por el brigada de la
Guardia Civil Rubén Bevilacqua y la sargento Virginia Chamorro detalla minuciosamente -hasta la saciedad- los procedimientos y métodos de este
cuerpo de seguridad del Estado. Pero, no lo son. Además de ser un
excelente narrador, Silva aborda una gran variedad de temas y, generalmente, lo hace
desde un punto de vista crítico.
En la reciente Los
cuerpos extraños trata la corrupción urbanística, el blanqueo de dinero, la
prostitución, el chantaje y la ominosa presencia de la mafia napolitana.
En una localidad, cuyo nombre no se menciona, de la
costa valenciana, aparece asesinada su joven alcaldesa. Bevilacqua, Chamorro y el
cada vez menos novato agente Juan Arnau viajan desde Madrid para hacerse cargo
del caso. La primera pista les lleva a la agitada vida sexual de la regidora,
pero pronto se encuentran en una situación complicada, en la que intervienen
diferentes unidades de la Benemérita, como la de delitos económicos y
corrupción o los propios compañeros valencianos.
Aspectos excelentes de Los cuerpos extraños:
- La madurez de los protagonistas. Bevilacqua está próximo a los 50 años y Chamorro, a los 40, y se nota. Él mantiene una incierta relación con una atractiva juez, pero no se siente seguro. Ella descubre que no podrá ser madre. Vila, como le llaman sus colegas, es un tipo muy leído y algo machista, como le reprocha Virginia. Pero, en lo esencial -honestidad, implicación, afán de justicia-, ambos siguen como siempre, quizá un poco más escépticos.
- El uso progresivo de las nuevas tecnologías, casi siempre a cargo de agentes más jóvenes.
- La paciencia en la investigación. Como en anteriores novelas, es una de las claves del trabajo de Vila, que afronta ahora una compleja indagación que dura más de cuatro meses. El brigada sufre presiones, debe informar puntualmente a sus superiores y al final solo es felicitado por sus jefes más próximos. En el fondo, a nadie gusta demasiado que estén implicados en esta turbia historia algunos cargos del partido en el poder. Lo que cuentan es muy verosímil.
No es la primera vez que Silva trata el tema de la
corrupción. Ya lo hizo en El alquimista impaciente (premio Nadal, 2000), un entramado de negocios sucios, y en la
excelente La marca del meridiano
(premio Planeta, 2012), la corrupción en el propio cuerpo.
Cada vez lo hace mejor, por eso sorprende su pequeña
trampa, innecesaria. Bevilacqua narra en primera persona y nos va informando
con todo detalle de todo lo que ocurre… hasta superadas las 300 páginas. A
partir de ahí, tienen un sospechoso, pero, probablemente, para lograr un mayor
suspense, se convierte en “aquel nombre” o “aquella persona”. No hacía falta
ocultar esa información al lector. Los
cuerpos extraños tienes un buen argumento. Nos hubiera atrapado igual.
Los cuerpos
extraños
Lorenzo
Silva
Destino
348
páginas. 18,50 euros. 9,99 euros ebook.
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